Éste es el Evangelio según San Mateo, uno de los doce apóstoles originales de Jesucristo, traducido al rifeño, una lengua amazige de Marruecos (Tarifit). Mateo es el primer libro del Nuevo Testamento. El Señor Jesús solo tenía un puñado de discípulos cuando encontró a San Mateo sentado a un mesa recogiendo impuestos para el gobierno romano. Aquí es esa historia de Mateo 9:9-13: Saliendo Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo que estaba sentado en el banco de los tributos públicos, y le dijo
—Sígueme.
Él se levantó y lo siguió. Aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, muchos publicanos y pecadores, que habían llegado, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos. Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos:
—¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?
Al oír esto Jesús, les dijo:
—Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa: “Misericordia quiero y no sacrificios”, porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento. (Reina-Valera 1995) Lee o escucha abajo a la palabra de Dios que viene del Evangelio de Mateo.