Esta es la Primera Epístola de San Pablo a los Corintios en la lengua rifeña de Marruecos (Tarifit). Es el séptimo libro del Nuevo Testamento. Esta epístola es una carta que escribió el apóstol San Pablo a los primeros creyentes en Jesucristo que vivían en la ciudad de Corinto en el país de Grecia. Escribió San Pablo sobre los dones espirituales que da Dios a los creyentes para hacerlos fuertes. Escribió sobre cómo utilizar estos dones y cómo no utilizarlos. Escribió sobre el matrimonio y los papeles que tienen hombres y mujeres en el culto y cómo es el culto en sí mismo. Escribió sobre el papel de los apóstoles y sobre el derecho que tienen los obreros en el Señor para ser pagado por ello. En el capítulo 11, San Pablo dio instrucciones para cómo celebrar la Cena del Señor. En el capítulo 13, escribió sobre un camino que es más alto que todos los caminos - el amor. El capítulo 13 es uno de los pasajes más bellos y conocidos en el Nuevo Testamento. En el capítulo 15, escribió sobre la resurrección de Jesucristo y sobre la resurrección de los muertos en el Día Final. San Pablo escribió también sobre problemas en la iglesia tales como el pecado y las divisiones entre creyentes. Justo abajo es una versión en español del capítulo 13 de la Primera Epístola a los Corintios (Reina-Valera 1995). Haz clic más abajo en los enlaces de las fichas de la Primera Epístola a los Corintios en bereber tarifit.
El Camino del Amor
1 Si yo hablara lenguasa humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviera profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe, de tal manera que trasladara los montes, y no tengo amor, nada soy. 3 Y si repartiera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece, 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, sino que se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, cesarán las lenguas y el conocimiento se acabará. 9 En parte conocemos y en parte profetizamos; 10 pero cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; pero cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. 12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como fui conocido. 13 Ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.